miércoles, 25 de mayo de 2011

Soñarte

El sórdido morbo de la nostalgia.
Olerte, leerte,
soñarte.
Mi torpe venganza contra mi propio yo.
Saberte, notarte,
soñarte.
La reproducción neuronal
de recuerdos que nunca tuve.
Besarte, quererte,
soñarte.
Soñarte.
Como si mis sueños
fueran a complacer todo mi morbo,
como si el éxtasis de la lágrima
arrivara por tímidos recovecos de tu voz,
tu ropa, tu pelo.
El laberinto que recorre ésa lágrima
está bien delimitado, los muros
de mis defensas psicológicas
hacen bien su trabajo,
dos años ha y todo estructuralmente planificado,
el sueño químico, la sonrisa obligada,
la lágrima que no,
la alquimia de la resurrección
reservada para celebridades.
Así pues, será ardua la batalla,
pero ánimo.
Educa bien a tu recuerdo,
tú que eras buena maestra,
enséñale como reptar y trepar
y correr frente a dragones de fuego,
a aprovechar los momentos más debiles
para rescatar, al fin,
a mi lágrima.
Que la catapulte de allí y que él ocupe su lugar
para poder guardarlo por siempre.
Y así llorar, recordarte,
soñarte.
Soñarte,
soñarte,
soñarte.
Tenerte, perderte,
soñarte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me atrapa tu manera de encauzar tus sentimientos y convertirlos en palabras.