miércoles, 26 de mayo de 2010

Tánatos.

Suicidarse
puede llegar a resultar
embriagador,
contradictoriamente
erotizando a Tánatos,
en ocasiones
un trabajo grupal
y hasta divertido.
Al fin y al cabo,
nada otorga
mayor libertad a la vida de un hombre
que el poder elegir libremente
cuándo acabar con ella.
Lo peor
es que un segundo antes
de que la guadaña me alcance
me llenaré de ganas
de salir huyendo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

A los que Dañé.

Quizá ya sea tarde para llamarte,
para hablar con la voz de la nostalgia,
para hablar y retroceder los daños,
para encontrarnos con la vida.

Quizá no fuera más
que mi afán de autodestrucción,
mi poco apego
por los calendarios y los espejos
lo que derrumbó los rascacielos
y equivocó los raíles del tren,
aún cuando yo te esperaba
(con los ojos secos, lo sé)
en el mismo andén de siempre,
junto a la tienda de gominolas,
sentado en el banco
de los abrazos infinitos.

No pido mucho, ya ves,
solo que vuelvas,
que inundes de sonrisas y nicotina
las playas de mis párpados,
que compartas a mi lado
lo que me resta de agonía,
que aparezcas de nuevo en el andén
al fin y al cabo
para ver pasar los trenes y los días
como quien mira un avión
que nunca acaba de despegar.
Ayúdame,
por duro y amargo
y egoístay despiadado que parezca ayúdame
a convencer al tiempo
de que antes de matarme él
ya me habré matado yo.