viernes, 25 de octubre de 2013

Alegoría del fracaso.

He querido ser y no he sabido,
con el arte eterno bajo la calota,
divertido con los sueños por la borda
con el talento malgastado y una muela rota.
He sido siempre sin pensarlo
altivo incomprendido de mirada triste,
y los zapatos desgastados y la euforia
en el llanto y una vida que no existe.
He sido el ser de la derrota,
el fusil de la palabra de fogueo,
la crueldad del tiempo en una carta
que aún conservo y que ya casi nunca leo.
Nunca seré más que una promesa,
el problema irresoluble y sin teorema,
el brillo en tus ojos y la sonrisa
que te nace cuando escuchas mis poemas.

Madre

Naciste cuando el sol
no brillaba para todos,
sometidos al patrón,
aquellos barros, estos lodos.

Creciste en la dirección
que te marcaban las sonrisas,
sin pausa pero sin prisa
hacia tu revolución.

Hoy tú eres tu veleta,
afilando el arma secreta
de subyugar cada adiós.

Hoy brindamos por tus metas,
por mantener tu alma poeta,
por ti, madre, por tus cincuenta y dos.

La Efímera Resolución del Pensamiento

Hoy la vida no es como nos la soñaban.
Las estrellas brillan por su ausencia,
agazapadas a la espera de un soñador que iluminar.
¿Y los sueños?
Tabicados en habitaciones del pánico
donde nadie les oye aunque quieran gritar,
aislados entre sí para que, separados,
se vuelvan más mágicos y a la vez
más inalcanzables.

Los sueños son los Reyes Magos de los adultos.

La luna se resiste a perder su fulgor a pesar de,
que le jodan a las nubes que la oprimen,
tenemos tanto que aprender de ella.
Escucho el flamenco que surge
de la ventana del vecino y me entretengo
tirando colillas desde mi terraza
a la papelera de abajo, a ver si acierto a colarlas.
Vivo en un presente de ruido,
a veces me creo que llegará el socialismo,
luego detienen a Cañamero
y la sociedad calla,
así que se me pasa.
Me tumbo en la cama e intento dormir
y el puto flamenco
y apago la luz
e intento dormir.

Tabicado,

aislado,

como mis sueños.

martes, 11 de junio de 2013

Las Ciencias Exactas

El mundo se rige
por un montón de reglas físicas
químicas y matemáticas
que trascienden los muros etéreos
del planeta azul y dan cuerda
a los volcanes y pintan de oscuro
las nubes desde el palco VIP extraterrestre
dedicado a los dioses, ya se sabe,
Yahvé, Jesucristo,
Ernesto Guevara.
Desde allí fabrican mareas,
desde allí remueven
las placas y abrazan los átomos.
Hay un montón de reglas
físicas y químicas y matemáticas
cuyo único propósito es que el Sol
brille y las estrellas explosionen y los planetas
giren y giren en la dirección
que ellas ordenan.

Parece entonces aclarado
que el amor no mueve el mundo,
pero desde luego
el amor

lo salva.

miércoles, 5 de junio de 2013

De Recuerdos y Recuerditos

Hay recuerdos que se comen a otros recuerdos, como agujeros negros o como niños obesos, quién es más fuerte que quién, quién es más grande que quién. Un recuerdo, cuando es lo suficientemente importante como para que merezca nominarse así, se extiende en más dimensiones de las conocidas, relegando a la categoría espectral del subconsciente a los recuerditos próximos. Así, recuerdas tu boda, pero no cuánto te costó el coche; recuerdas su muerte, pero no lo que sentiste al terminar la universidad.

Cabe entonces preguntarse qué sistema de poder siguen los recuerdos y los recuerditos, si es cuestión temporal o de medallas en la solapa. Así, concluimos que la clasificación de los recuerdos y los recuerditos en función de su importancia se realiza según el traje. Cada recuerdo y cada recuerdito, como si de un extraño caso de Benjamin Button textil se tratase, nacen vestidos de sentimientos y a medida que el tiempo avanza en la dirección que se le presupone van desnudándose y quedando al fin como mero recordatorio del pasado, Post-It en la nevera de la vida.

Algunos trajes son ligeros y andrajosos y sus dueños saben ya desde el inicio que han nacido para ser recuerditos rasos, una clase de matemáticas, un viaje rutinario casa-trabajo-casa. La esperanza de vida de los recuerditos es alarmantemente baja, y dependen de abrazarse con todas sus fuerzas a los últimos jirones de la emoción que les viste si no quieren ser fagocitados por los imponentes recuerdos. Estos últimos nacen con terribles armaduras puntiagudas, cascos del metal más preciado a ese lado de las meninges y varias capas de fuertes ropajes, el primer beso, la primera vez, el funeral, el amor más puro. Al ser tan robustos los recuerdos necesitan un espacio vital a su medida para poder ejercer a su gusto su tirano poder sobre los recuerditos (nada hay más dictatorial que un buen recuerdo). No contentos con el canibalismo recuerdil, ejercen además de neo-Atilas echando sal al terreno para evitar que crezcan jamás nuevos recuerditos en la zona, haciéndose amos y señores de su terreno, sabiendo que semejante porte ahuyentará ya por sí solo hasta a los recuerditos más aventureros.

Todo esto, ya ves, para dentro de cada uno.

Y todavía hay gente que prefiere estudiar la migración de los gorriones.

martes, 14 de mayo de 2013

En Mayo

Hoy la noche huele a tormenta.
Me miras ya tan desde el otro lado,
desde el blanco y negro absoluto,
tus gafas finas, tus carrillos
guardando nostalgias y tu camisa
augurando un rito japonés,
como lo hubieras querido.

Hoy la noche huele a tormenta,
mimetizada del olor de mi calvario,
años como espejos reflejando tus ojos
calles como sueños
inventando tus manos.

Hoy la noche huele a tormenta
y en unos minutos la noche
y la luna
y yo
te lloraremos de ausencia.

lunes, 8 de abril de 2013

Dos

Solo dos palabras y un abrazo,
un silencio de historia
y un café con Baileys,
la caricia que condena
al desembarco de la mía,
la alegría en dos cigarros y un mechero compartido,
los ojos que reflejan otros ojos
que reflejan otros ojos,
sabernos especiales
como todo adolescente,
incomprendidos bichos raros
como todo adolescente
y los hoteles que nos miran desde dentro
conocen el olor de nuestra combustión
y pedimos cerveza y vida para dos
y mientras hablas de revolución
me doy cuenta de que la revolución solo existe
cuando tú la nombras
y sonríes y sonrío
y juntos descubrimos nuestra habilidad secreta
de hacer sonreir al mundo
mientras nos besamos.

jueves, 10 de enero de 2013

La Muerte del Hambre

Al pueblo cubano, en honor al 54 aniversario de su gloriosa Revolución.


La Habana es un reencuentro con lo humano,
la chifladura más cuerda,
es la lucha y la pasión.
La Habana son mis primos, mis hermanos
que me recuerdan que a la izquierda
es donde tengo el corazón.

La Habana son las penas y las glorias,
una virtud lacónica,
la Plaza Vieja y el Malecón.
La Habana escribe con mayúsculas la HISTORIA,
un puño alzado y una armónica
que marca el ritmo tumbado del son.

La Habana es un oasis de esperanza,
una defensa a ultranza
de la fuerza de la razón.

La Habana es un ideal digno de serle fiel,
La Habana es el Che, Camilo y Fidel,
es la muerte del hambre, la Revolución.