lunes, 21 de septiembre de 2015

Todo por Hacer

A veces salgo de la ciudad
en busca de trabajo
o de cerveza,
en búsqueda activa
de sentirme parte de,
dentro de,
en.
Salgo para entrar
en remolinos de carreras
y edificios de cristal donde el dinero
compra la vida. El trabajo
- o la cerveza-
imbuyen al alma en una utilidad fútil
que acaba por disuadirse
como Duende del Polvo
bajo unas aceras que mal soportan ya
el peso de la Humanidad.
Pero, como todo, la cerveza
- y el trabajo-
se acaban
y cuando sucede
mi ciudad me espera
con gente de alma y corazón,
con casas gastadas de sudor y minuteros,
con la paz de la patria
y contigo
desnuda
en mi cama,
con la cerveza
y el trabajo
por hacer.

martes, 16 de junio de 2015

Mahou Clásica

¿En qué momento?
¿Quién dicta y certifica
el momento en el que ya
has bebido demasiada cerveza?
Mañana trabajo, mierda.
¿Quién certificó
que Buenafuente
era gracioso?
La luz es tenue y
2x2-tú=0,
tengo la ventana entreabierta
por si el calor
o la invasión alien,
les espero a ambos con la misma pereza.
¿En qué momento acepté
al amarillo en la gama cromática?
¿Por qué no estás
acurrucada en esta cama
con olor a Marlboro y a futuro?
Cuando vengas, cariño,
tráeme en una paleta
rojo y verde y pasión
y salud y un par de años
más de existencia mientras espero
al sol y a tu sudor
con otra cerveza.

lunes, 8 de junio de 2015

Sexto

No hay excusas, mi niña,
llego tarde.
Quizá me acostumbré ya a tenerte
tan del otro lado
tan a mi lado
pero lo dicho:
no hay excusas.
Creo
que es hora de hacer algo público:
algunas noches
dormimos juntos,
sobre las tres siento
tu peso en el colchón
y no tengo que girarme;
sé que eres tú,
cómo saberlo
pero lo sé
sin sentidos,
no te huelo ni te escucho
ni te saboreo
ni te veo ni te toco
pero te sé
aunque no haya sentido para reflejarte,
aunque racionalmente sea inútil,
aunque estés muerta
te siento
a mi lado
algunas noches
y
con este poema
te lo agradezco.

jueves, 7 de mayo de 2015

Goonies

Corre
como si ya no recordaras cómo se andaba,
corre con los pies y con las manos
para que el corazón no te alcance,
Usain tan blanquito
con prisa de ejecutivo.

Huye
como si ya no recordaras de dónde vienes,
huye de la muerte y la resaca
para que el beso y la lápida no se encuentren,
Vlad Tepes tan aislado
con los recuerdos hechos de heridas.

Escapa
como si ya no recordaras cómo entraste,
escapa por la puerta y la ventana
para que la lágrima llegue a deshora,
Myrtle Morsefeth tan viva
con el camino a base de basiliscos.

Hazlo, vamos
estás en tu derecho,
y si finalmente corres y huyes y
escapas
recuerda
que yo te esperaré
en la puerta de salida
con el motor en marcha
para que la aventura
continúe.

Uno

Sabemos de sobra quiénes somos,
más allá de los ojos las pestañas
y de los granos en los brazos
somos uno,
no importa lo que digas
y no importa lo que digo
porque ahí fuera (disculpe,
maestro) somos uno.

Te has ido hace un momento
agobiada de sexo y exámenes,
te has ido y te dejaste cerveza
y caricias que consumo
y guardo pero yo me pregunto
¿te has ido?
Cómo irse si hay cerveza
y hay caricias
y hay poesía
y los tres te corresponden,
cómo irse si solo tú
eres capaz de hacer
que la cerveza
y las caricias
y la poesía
sean uno.