sábado, 8 de agosto de 2009

Vuelve.

Cuéntame otra vez aquel cuento,
cántame la última nana,
háblame de ti como si no fuéramos a volver a vernos,
los ojos aún me saben a tu recuerdo.

Mis uñas
lucharon contra las paredes del fin del mundo
y las niñas
esnifan Marlboro y
mendigan por sueños y
kafkianamente ratas.

Vuelve,
te echan en falta los bares, los bancos,
las flores de menta.
Vuelve para fumarnos la tristeza.
Aunque sea sólo
para retratar y repetir y rediseñar nuestro último abrazo.
Vuelve, no seas mala.
Vuelve, vuelve.

Y las niñas esnifan los sueños de las ratas,
y yo dibujándote psicóticamente en la esquina del anden,
con ansiedad hasta en las uñas
porque no sirva de nada suplicarte:
Vuelve, vuelve...