viernes, 30 de julio de 2010

A mi Abuelo

Mi abuelo me dejó
un aroma de castañas asadas,
la imprenta de su mano
sobre la mía
y un defecto genético
en los meñiques.
Me dejó también
un recuerdo,
difuminado apenas
por el paso de los años,
un paseo por la calle Madrid,
partidos de fútbol
en el pasillo de una casa
y su amor por las palabras.
Mi abuelo me dejó,
como quien deja un barco
a punto de naufragar,
como el luchador innato
que deja el pueblo
con ansias de nuevas aventuras.
Y estornudaba cuando le daba el sol,
y doble ración de patatas fritas
en el Plaza.
Se apodaba Francisco,
se llamaba
Libertad.

miércoles, 7 de julio de 2010

Cuando me Besas

Es otra la hora,
distinta de la que dicta tu reloj,
hora de fiebres y excesos
y amor por el último whisky.
Otras son las sombras que me habitan,
otra la nostalgia
que me empuja a recordarte
más viva que nunca,
golpeando el muro de la memoria,
Berlín,
mil novecientos ochenta y nueve.
Otros son los bares
que me escuchan cuando ya nadie lo hace,
es otro el tiempo
y mi melancolía.
Es otra la vida, y sin embargo
iguales son las calles,
la gente y sus conversaciones,
el puesto de fruta en el mercado
y la soledad.

¿Cómo explicarle
a los científicos de Greenwich
que es otra la hora
cuando me besas?