jueves, 29 de noviembre de 2012

Scat

Podría cagarme en los muertos
de cada político capitalista,
guardarme los últimos excrementos
para llenar sus apestosas bocas
de algo más que mentiras.

Podría vomitar en sus panfletos,
en sus programas electorales,
en los estudios de Intereconomia
y en la casa de Jiménez Losantos,
descargar mi ira en forma de lava verde
contra las caras de cada banquero
y de cada juez que autoricen
el desahucio de una familia honrada.

Podría mearme dentro de los cascos
de cada policía que no esté del lado del pueblo,
que se les inunden los ojos
de mis vapores más tóxicos,
así la lucha estaría igualada
y por cada hostia que dieran
se llevarían las mil que se merecen.

Podría hacerlo, claro.
Podría, pero solo ganaría
un alivio momentáneo
y tres
o cuatro
años de cárcel.

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