viernes, 4 de febrero de 2011

I Shin den Shin

Tras el vendaval de cantos de sirena,
tras las pistolas de flores
y de incorregibles versos,
está el alma poeta.
Sensible y sensitiva,
dualizadora y dicotómica,
irascible, romántica,
perversa.
Detrás del odio que esconde ésa sonrisa,
por encima del rencor y la venganza
está tu alma,
alma que fluye y que habla,
alma que conecta con almas,
alma que no es nadie
y a la vez es todo lo que tienes.
Nos enseñaron a hablar,
a domar las palabras y las miradas,
pero el alma,
verdadera comunicadora de tu universo,
permaneció sucia y pura
como el primer vómito del viernes.

Y ahora que te tengo junto a mi,
llenando el espacio de silencio sonoro
y mis oídos de gritos y mentiras,
déjame decirte:
cállate, niña mala.
Háblame con el alma
y dime que me quieres.

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