miércoles, 18 de marzo de 2009

Autólisis.

Quiero creer que todo empezó
en el paritorio del hospital de Orcasitas
en 1988.
Mi orgullo aquiescente,
mi absurda búsqueda de la felicidad
de parque en parque
a esa hora en la que tu ya cerraste los ojos.
Todas las verdades que no pude mentir,
todos los jirones de piel que se me quedaron
entre las uñas.
Las penas que calmo con lágrimas de whisky,
las lunas
que no supe regalarte.
Mis caricias de hierro,
las avenidas que me amanecieron
pisando los charcos del delirio.

Quiero creer en el destino
para evitar pensar
que me estoy suicidando
paulatinamente.

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