jueves, 4 de septiembre de 2008

365 Días de Verano

El invierno nos llega
para borrar estancias de quietud,
como borra la llegada del tren
las pisadas de lo ajeno,
la sonrisa del niño,
como ahoga los te quieros.
Volverá el insomnio, la rutina del despertador a las seis
y el atasco en la M-30.
Volverá a quedarse en mi armario
el bañador
y aquel cubo con el que jugábamos
a hacer castillos de ilusiones
donde siempre faltaba
una princesa a la que rescatar.
Volverá a pasar por Atocha el tren
de los besos sin dueño,
que empiezan y acaban cada día en bocas distintas,
aunque todas llenas
de mentiras y de palabras desgastadas.

Nada de esto importa
mientras el jardín de tus ojos
siga regalándome en cada suspiro
pétalos de la flor de los veranos infinitos.

No hay comentarios: