Solo tu y yo,
solo el resto del mundo, solo mis
lágrimas por ti,
tus lágrimas.
Al fin y al cabo la historia se repite,
volverán a quedar
besos en las bocas,
abrazos al olvido,
palabras por callar.
A diez minutos de ése bar que
tanto te gusta, noctámbulo por despecho
mientras tú duermes,
esclavo de ésta efímera pero eterna
soledad.
domingo, 20 de abril de 2008
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