Día 3: amigos.
Nunca subestimes
el poder de un abrazo
ni la energía sanadora
de un "estoy aquí,
no lo olvides".
Los amigos, cuando son de verdad,
(cuando no hay traición detrás)
vienen solos
y en los malos momentos
crecen
y se vuelven
superhéroes.
Por inercia
he vuelto a beber
y cuando ya no podía ver,
un mensaje:
"¿cómo lo llevas?"
y yo
no sé cómo lo llevaba
pero sé
que gracias a su mensaje
me he llenado de fuerzas
para seguir bebiendo.
domingo, 26 de junio de 2016
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