Suicidarse
puede llegar a resultar
embriagador,
contradictoriamente
erotizando a Tánatos,
en ocasiones
un trabajo grupal
y hasta divertido.
Al fin y al cabo,
nada otorga
mayor libertad a la vida de un hombre
que el poder elegir libremente
cuándo acabar con ella.
Lo peor
es que un segundo antes
de que la guadaña me alcance
me llenaré de ganas
de salir huyendo.
miércoles, 26 de mayo de 2010
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