El mundo se rige
por un montón de reglas físicas
químicas y matemáticas
que trascienden los muros etéreos
del planeta azul y dan cuerda
a los volcanes y pintan de oscuro
las nubes desde el palco VIP extraterrestre
dedicado a los dioses, ya se sabe,
Yahvé, Jesucristo,
Ernesto Guevara.
Desde allí fabrican mareas,
desde allí remueven
las placas y abrazan los átomos.
Hay un montón de reglas
físicas y químicas y matemáticas
cuyo único propósito es que el Sol
brille y las estrellas explosionen y los planetas
giren y giren en la dirección
que ellas ordenan.
Parece entonces aclarado
que el amor no mueve el mundo,
pero desde luego
el amor
sí
lo salva.
martes, 11 de junio de 2013
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