Hoy la noche huele a tormenta.
Me miras ya tan desde el otro lado,
desde el blanco y negro absoluto,
tus gafas finas, tus carrillos
guardando nostalgias y tu camisa
augurando un rito japonés,
como lo hubieras querido.
Hoy la noche huele a tormenta,
mimetizada del olor de mi calvario,
años como espejos reflejando tus ojos
calles como sueños
inventando tus manos.
Hoy la noche huele a tormenta
y en unos minutos la noche
y la luna
y yo
te lloraremos de ausencia.
martes, 14 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario